MODELOS DE INTERVENCIÓN EN EL TRATAMIENTO DE PERSONAS CON TEA (TRANSTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA)

Los programas de actuación suponen una decisión sobre los objetivos que se plantean en la intervención y sobre todo, sobre el modo en que se van a alcanzar esos objetivos y los mecanismos y herramientas empleados. Son diversos los métodos, hoy en día usados, para una intervención psicoeducativa. A continuación, vamos a destacar los más utilizados, basándonos en evidencias, obtenidas del Manual Didáctico para la Intervención en Atención Temprana en Trastornos del Espectro Autista, de la Federación de Autismo de Andalucía:

- Modelo TEACCH (Treatment and Education of Autistic and Related Communication Handicapped Children). Se centra en comprender la forma que tienen las personas con TEA de pensar, aprender y experimentar el mundo, de forma que, estas diferencias cognitivas explicarían los síntomas y los problemas conductuales que presentan.

Se basa típicamente en cinco componentes:

1. Centrarse en el aprendizaje estructurado.

2. Uso de estrategias visuales para orientar al niño (estructura de la clase, del material y de la agenda) y para el aprendizaje del lenguaje y la imitación.

3. Aprendizaje de un sistema de comunicación basado en gestos, imágenes, signos o palabras impresas.

4. Aprendizaje de habilidades preacadémicas (colores, números, formas, etc.).

5. Trabajo de los padres como co-terapeutas, usando en casa los mismos materiales y técnicas

- Método ABA (Applied Behavior Analysis). Es una intervención en la que se aplican los principios de la teoría del aprendizaje de una manera sistemática y mesurable, para incrementar, disminuir, mantener o generalizar determinadas conductas objetivo (lectura, habilidades académicas, habilidades sociales, de comunicación y de la vida diaria). Ayuda a los niños a incrementar conductas, aprender nuevas habilidades, mantener las conductas, generalizar o transferir conductas a otra situación, restringir o disminuir las condiciones en donde ocurren conductas desadaptativas y reducirlas.

- Modelo Denver. Es un método de intervención desarrollado en el año 2000 por Sally Rogers y Geraldine Dawson. La terapia combina los métodos de enseñanza intensiva de análisis aplicado sobre el comportamiento (ABA), con planteamientos del desarrollo “basados en la relación”.  Es un programa de atención temprana para niños de entre 1 y 5 años, con trastorno del espectro autista.

Este programa pretende desarrollar y mejorar la comunicación, la imitación, el lenguaje, la atención, las ganas de interaccionar con el entorno y sus iguales, etc. El programa de sesiones de estimulación se establece en función del nivel de desarrollo del niño, el cual es evaluado.

- Modelo LEAP. Se caracteriza por haber elaborado un programa educativo-inclusivo para menores con un desarrollo típico, junto con sus compañeros con TEA. Además, cuenta con un programa educativo para los padres y madres, para ayudarlos en su día a día, tanto en el contexto familiar como en otros contextos. El programa va orientado a potenciar las áreas cognitivo-académicas, adaptativas y de autonomía, comunicativas, socioemocionales y de conducta. El currículum pretende ayudar a los niños y niñas con TEA a desarrollar habilidades de lenguaje y funcionales, juego independiente y habilidades de trabajo, habilidades de interacción social, y conducta adaptativa.

- Modelo SCERT. Incluye un proceso de evaluación bien coordinado, que ayuda a un equipo a evaluar el progreso del menor y determinar los apoyos necesarios, que deben ser utilizados por los interlocutores sociales del niño o niña (educadores, compañeros y familiares). El currículum SCERTS proporciona un método sistemático, que asegura que las habilidades específicas y apoyos apropiados, se consideren como objetivos educativos, se seleccionen y se apliquen de manera consistente, a través del día a día de un niño o niña.

- Modelo PECS. Es un programa que se emplea para enseñar a los niños a interactuar con los otros mediante el intercambio de dibujos, símbolos, fotografías u objetos reales de los ítems deseados. Es un programa muy estructurado, que emplea principios de modificación de conducta, como son estímulos, respuestas y reforzadores para alcanzar la comunicación funcional. El programa ayuda al menor a iniciar la comunicación y a generalizar estas habilidades a una variedad de objetos y personas.

- Modelo DIR (Developmental, Individual Difference, Relationship-based). Permite a padres, terapeutas y educadores realizar una evaluación completa, y un programa de intervención para ayudar a menores con TEA. Es un modelo basado en el desarrollo y en las relaciones, destacando el desarrollo emocional y los intereses emocionales del niño o niña, que se basa en el trabajo conjunto de padres y profesionales. Los objetivos son lograr la atención compartida y autorregulación, relación y enganche, comunicación bidireccional con gestos y claves emocionales, resolución de problemas sociales.

Si investigamos de manera más profunda y exhaustiva, observaremos que hay características comunes en todos aquellos programas que son eficientes. Entre estas características podemos destacar como primordiales:

1. El número de horas de terapia, ya que las intervenciones más efectivas conllevan un mínimo de 15 horas a la semana, pudiendo alcanzar las 40 horas semanales.

2. Una entrada precoz en el programa, sin esperar el diagnóstico definitivo.

3. El programa de intervención debe ser individualizado, basarse en los intereses y motivaciones y traducir las necesidades en niveles de intensidad y tipos de apoyo requeridos.

4. Inclusión de la familia en el tratamiento.

5. Alto grado de estructuración.

6. Estrategias para la generalización y perpetuación de las actividades aprendidas.

7. Trabajar expresamente la generalización de los aprendizajes al entorno natural, mediante la propuesta y diseño de actividades en este contexto.

8. El abordaje de las dificultades conductuales debe seguir los principios y prácticas del apoyo conductual positivo y abordarse con un enfoque funcional, analizando los factores desencadenantes y el sentido de la conducta en su contexto, mediante estrategias de apoyo conductual positivo.

9. Construir habilidades de comunicación espontánea y funcional es un aspecto prioritario para la efectividad de la educación-tratamiento, con independencia de la edad y del nivel de capacidad.

BIBLIOGRAFÍA

Álvarez, R. Franco, V. García, F. García, A. Giraldo, L. Montealegre, S. Mota, B. Muñoz, M. Pérez, B. & Saldaña, D. Manual Didáctico Para La Intervención En Atención Temprana En Trastornos Del Espectro Autista. Federación Autismo Andalucía.

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