ABAÚL

El concepto clásico del autismo ha cambiado desde su aparición en la literatura científica, y en la actualidad los profesionales de la salud mental prefieren utilizar el término “Trastornos del espectro autista” (TEA) debido a la afectación cognitiva y del lenguaje. En el conocido y muy usado DSM-IV estos trastornos se encuadran dentro del subgrupo de los “Trastornos Generalizados del Desarrollo” e incluyen las categorías: Trastorno autista, Síndrome de Asperger y trastornos del desarrollo no especificados. Aunque las similitudes entre  Autismo  y  Asperger  son muy evidentes, también se pueden destacar algunas diferencias. En el autismo, todas las alteraciones son muy evidentes en los tres primeros años de vida, mientras que en los niños con Asperger (aunque se encuentre dentro del espectro autista) no existe evidencia de retraso cognitivo y, en su gran mayoría, tienen una capacidad intelectual por encima de lo normal. En muchas ocasiones el diagnóstico se realiza en la adolescencia o

¡ Tenemos buenas noticias! Atención a la diversidad de la Región de Murcia junto al Servicio Murciano de Salud han creado la Cartilla TEA.  Me encanta que la Región de Murcia sea pionera en estas cosas. Es una cartilla que va a recoger todas las peculiaridades de nuestros peques, y no tan peques, para darle una asistencia sanitaria con empatía e inteligencia emocional, estableciendo protocolos de actuación. Ahora mismo la están facilitando hasta secundaria, pero espero que se amplíe a todas las edades. En el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca ya han comenzado a formar al personal y pronto, será en el resto de los hospitales de la Región de Murcia. En lo que respecta a la solicitud de la cartilla, el procedimiento es el siguiente: - En centros de infantil y primaria de titularidad pública, el director/a deber solicitar el nº de cartillas que necesitan al orientador/a del EOEP que le corresponda. - En Institutos de Educación Secundaria, centros de Infantil y Primaria públicos c

Tal día como hoy, me ha dado la vida un golpe de realidad en toda la cara. El Autismo “Ese Gran Desconocido”.  A menudo, se tiende a juzgar a las personas, a los padres, a los niños. Ese niño se comporta así porque es un mal educado. Vaya madre/padre. Al observar a estas personas y su cara mirando a Raúl, veo que no están entendiendo lo que ven, entonces, suelo acercarme y decir - ¡Hola! Tiene Autismo -. Aquí es cuando llega su reacción. Una reacción de pena, comprensión y remordimientos. Pero hoy ha sido distinto. Se ha acercado a mí una madre, con su hijo, diciéndome que teníamos que solucionar "el problema entre los niños". - ¿Problema? ¿Qué problema? ¿Qué niños? ¿Dónde estamos? ¿Hola? - yo confusa. Me he quedado en estado de shock y le he dicho que no era consciente de nada. Entonces, me ha pedido quedar en el parque o en su casa, para que mi hijo jugara al futbol con el suyo. Todo esto venía porque su hijo le había dicho que el mío le había pegado o le había empujado.  E

Tras mi experiencia personal con mi hijo Raúl, he visto y comprendido que el objetivo es conseguir que mi hijo adquiera todas las habilidades que no adquiere de forma natural como sus hermanas. Esta Asociación, Abaúl, ha nacido del sentimiento que ha ido creciendo en mi en estos años observando a los niños con Necesidades Especiales que me he ido encontrando en este camino que he empezado a recorrer. El sentimiento de frustración e impotencia de que se puede hacer mucho más por ellos, que la gente no los entiende y ayudar a los profesionales a conocer y aplicar el método ABA. Yo soy Graduada Social, y recuerdo que cuando salí de la Universidad era un lienzo en blanco para trabajar. Y por mi personalidad y vocación busqué formación práctica para trabajar, primero en RRHH y posteriormente como Asesora Laboral. Sabía que si no me buscaba la vida en aprender no sería una buena profesional. Pues esto, como todo en la vida, depende de cada uno. Yo he tenido la gran suerte de encontrarme a pe

¡Hola! Me presento. Tengo tres hijos, mellizas de 8 años y el pequeño de 5 años. Soy madre, profesional y Laura (aunque a esto último le dedico poco tiempo). Mi hijo tenía la manía de darle vueltas a las ruedas, no contestaba a su nombre y decía alguna palabra, pero no tenía intención comunicativa. Mi abuela me dijo entonces, que tenía que beber agua de un cencerro y empezaría a hablar, pero cuando me lo consiguió estaba muy oxidado y pensé que no sería muy apropiado jajajjaaj. Pero bueno, yo no le daba importancia, pensé “ya hablará, hay muchos niños que empiezan más tarde”. Y entonces Raúl comenzó la guardería, tuve la gran suerte de que tenían servicio de Atención Temprana. Al poco de comenzar me llamó la psicopedagoga para vernos. Me dijo que Raúl tenía un retraso madurativo y que tenía que llevarlo a Atención Temprana y ahí comenzó todo…